Medicina tradicional entre los tepehuas

La medicina tradicional tepehua se sostiene en una especialización del trabajo que distingue entre el propio de los hueseros, el de las parteras y el de los curanderos. Como muchos tepehuas que no se dedican a las artes terapéuticas, hueseros, parteras y curanderos conocen los usos de muchas plantas, entre ellos los usos medicinales. Como todas las mujeres tepehuas que en su experiencia como madres son depositarias del conocimiento sobre el embarazo, el parto y el puerperio, las curanderas suman un saber acumulado por su especialización en partería. De ese amplio espectro de saberes, el ejercicio profesional de los curanderos y las parteras tepehuas es indisociable de sus funciones chamánicas y sacerdotales, orquestadores de los ritos agrícolas comunitarios, los ritos terapéuticos y algunos del ciclo de vida.

La labor de los curanderos varones y mujeres está organizada según una división sexual del trabajo ritual, cuyo campo de acción es el de las almas y los cuerpos de los seres humanos, en su relación con otros seres incorpóreos y los cuerpos que los chamanes recortan en papel o atan en corteza para tales almas. Sea que estén involucrados los vecinos vivos o los parientes muertos, o que los responsables de la enfermedad sean las potencias cósmicas por ejemplo del Agua o de la Tierra, la medicina tradicional tepehua ofrece la vía ritual por la que los curanderos hacen cuerpos para las almas que carecen de ellos y permiten que los vivos presten sus propios cuerpos humanos a las almas de humanos y ex humanos. En el mismo sentido, reincorporando las almas de los vivos a sus cuerpos debilitados, los chamanes tepehuas lidian con las enfermedades provocadas por caídas de sombras que después ellos levantan, por sustos que ellos alivian, por deudas con almas, espíritus y divinidades que ellos ayudan a pagar. La moneda de tales pagos: la sangre de aves sacrificadas para los no humanos, tanto como la sangre del autosacrificio humano para otros humanos.